Viajar por mar

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Hace siglos cuando alguien quería viajar por mar lo más normal era que se enrolara en algún buque y trabajara a bordo a cambio de que se le permitiera ser llevado en el barco, algo que ni mucho menos era un viaje de placer pero que se convertía en el único modo posible para poder navegar. Hoy todo ha cambiado tanto que los viajes por mar no tienen nada que ver ni mucho menos con cómo se viajaba. Incluso existen destinos de preferencia sumamente cotizados que ocupan un lugar especial en el top cruceros que los grandes operadores de viajes manejan y adaptan conforme a las preferencias del público y a las temporadas más propicias para cada destino.

Dependiendo de los precios en los que se mueve cada viaje podemos encontrarnos con barcos que tienen una gran cantidad de comodidades o de otros que si bien son bastante cómodos no cuentas con servicios de lujo como pueden ser la presencia de gimnasios y masajistas a bordo incluidos en los precios de los pasajes. Como norma general, los cruceros en oferta suelen ajustar sus precios mediante eliminar algunos de estos servicios o permitiendo el acceso a ellos pero pagándolos aparte como servicios adicionales o premium, al igual que con determinadas fórmulas de pensión en el alojamiento en camarotes.