Oasis of the Seas: no es un barco más. Es más que un barco.

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Que el sector esté agitado últimamente por el anuncio de la llegada del Oasis of the Seas en Barcelona en 2014 es una evidencia. Pero también es una evidencia que aparecen críticos que aseguran que los precios que ha lanzado Royal Caribbean para sus tres cruceros desde Barcelona para septiembre del 2014 (los dos cruceros de 5 noches y el de 7 noches desde Barcelona hasta Rotterdam), son “excesivamente altos”.

Mi primera impresión fue la misma: “van fuertes”. Pero, tras unos días, pensé: “Pues no, si existe demanda, ¿por qué no van a valorarlo?”. Al fin y al cabo, tras navegar a bordo de los dos colosos en sus cruceros inaugurales en 2009 (Oasis) y en 2010 (Allure) en aguas de Florida, rápidamente me di cuenta que son piezas únicas en el mundo. El Oasis of the Seas, que zarpará desde Fort Lauderdale el 1 de septiembre de 2014 hasta Barcelona (llegará el 13 de septiembre de 2014, haciendo escala antes en Málaga el 11 de septiembre), es una auténtica nación flotante. Algo único en el mundo y en la industria. No es posible ni debería estar permitido ninguna comparación con otros barcos. Porque no existen otros de iguales. Ocurre lo mismo con la “Reina de los mares”, Queen Mary 2, que es un producto sencillamente incomparable…

Ambos barcos, Oasis y Allure, con capacidad para más de 6.000 pasajeros y más de 2.000 tripulantes, ofrecen un amplio abanico de instalaciones jamás contempladas en ningún otro buque, con sus 7 vecindarios (barrios) que llenan de ocio y actividad sus instalaciones. Y como se trata de algo único en el mundo, prefiero defender a Royal Caribbean en el sentido puro y duro de la estrategia en la comercialización del producto. Construir un “bicho” de estas dimensiones y características no es “barato” y los propios cruceristas, especialmente aquellos que ya llevan un buen currículum de cruceros realizados en sus arcas, deberían entender la gran importancia que tiene para nuestro mercado que el grupo Royal Caribbean International apueste por la realización de tres salidas a bordo del primero de los dos barcos del proyecto Genesis (el Oasis) desde Barcelona en septiembre del próximo ejercicio, además del demandado crucero transatlántico (posicional) desde Florida hasta la capital catalana.

Además, no es sólo darle la importancia del propio producto, que ya de por sí es muy interesante, sino también es darle un gran valor a su llegada a nuestro “hogar” como tal. Barcelona, por ejemplo, calcula que la llegada del coloso en septiembre de 2014 significará el desembarco de 37.000 cruceristas y un impacto económico de unos 4 millones de euros a la ciudad durante estos días. O lo que es lo mismo, se prevé que cada pasajero que baje del Oasis en el puerto de Barcelona, para recorrer la ciudad, se gastará una media de +/- 110/120 euros.

La llegada del Oasis of the Seas a Barcelona y su escala en Málaga en septiembre de 2014 no sólo está agitando al propio sector de los cruceros, sino al sector turístico en general. El coloso de los mares movilizará a miles de personas, tanto en Málaga (11 de septiembre) como en Barcelona, donde permanecerá el 13, el 18 y el 23 de septiembre. En este sentido, Barcelona y Málaga se juegan mucho, al igual que el resto de puertos del Mediterráneo que el Oasis visitará durante estas salidas.

Si nuestro mercado valora el producto como se merece y lo sabe “gestionar”, la compañía Royal Caribbean International hará un balance positivo y verá la posibilidad real de posicionar uno de los barcos de la serie Oasis para toda le temporada primaveral-estival del 2015 en el Mediterráneo. Pero antes hay que superar “la prueba”. Espero que estemos a la altura del producto y, entre todos, valoremos que el Oasis no es un barco más, sino que es MÁS que un barco. Puede gustar más o menos, pero es una pieza única. Y si entre todos lo valoramos como creo merece, contribuiremos a agitar el sector en nuestro mercado. No tengo las más mínima duda.