El puerto de Barcelona es el mayor de Europa en cuanto a número de cruceros que pasan por sus muelles.
Pero el Port Vell es mucho más que eso, sino que se ha convertido en el principal centro de ocio de la Ciudad Condal.
La gran trasformación que se ha sufrido el puerto de Barcelona en los últimos años y su privilegiada situación, han convertido a esta zona de la ciudad en una de las más transitadas.
El puerto se encuentra muy próximo al centro turístico de la ciudad, junto al monumento a Colón, al final de la conocida Rambla de Barcelona.
Como prolongación a este conocido paseo se construyó la llamada Rambla del mar, una plataforma flotante situada sobre una de las dársenas del puerto. De hecho, se levanta para dejar pasar a los barcos que entran o salen del muelle.
Al final de la Rambla del mar nos encontramos con el Port Vell, una península artificial repleta de atracciones turísticas y de ocio.
Allí se sitúa el Acuario de Barcelona, ideal para llevar a los más pequeños a descubrir las más de 1000 especies acuáticas que acoge y recorrer el túnel de cristal donde verás nadar a los tiburones sobre tu cabeza.
Dentro del puerto también encontraras el Museo Marítimo dedicado a la cultura y tradiciones del mar. Se ubica en el antiguo edificio de las Reales Atarazanas, declarado bien de interés histórico y en él podrás visitar reproducciones y barcos originales así como instrumentos náuticos o documentos cartográficos.
Muy cerca, en el Palau del Mar, se encuentra el Museu d’Història de Catalunya, donde podrás conocer la historia de Cataluña desde la prehistoria hasta el siglo XX a través de recreaciones históricas y exposiciones, tanto permanentes como temporales.
En el Port Vell también se sitúan el Club Náutico y el Real Club Marítimo de Barcelona, uno de los clubs deportivos más antiguos de España.
Pero sin duda la joya del puerto de Barcelona es el Maremágnum, uno de los centros comerciales más innovadores de España.
En su interior encontrarás una selección de las mejores tiendas de la ciudad, actividades de ocio para toda la familia y una variada oferta de bares y restaurantes.
Por último, no te puedes marchar del Puerto de Barcelona sin dar un agradable paseo en barco en las conocidas “Golondrinas” desde las que disfrutarás de una perspectiva totalmente diferente de la ciudad.